domingo, 15 de diciembre de 2013

Meta análisis de un blog


La finalidad de escribir un blog, o al menos la mía, que me hace generalizar con cierta seguridad, es que esperamos que nuestras ideas se plasmen por un tiempo considerable. No uso el término "para siempre" porque es relativo e impredecible.
Sin embargo, tanto tiempo sin escribir, al menos por este medio (que nadie lee, paradójicamente) me hace recordar algo un poco personal y quizás tonto: Me produce una extraña nostalgia leer blogs que están hace años sin modificar, olvidados. Ese tiempo invertido por alguien en algún momento, que quizás fue en vano, quizás un proyecto inconcluso, o quizás fue un impulso efímero, sin la suficiente vehemencia para llegar a la constancia. A veces me dan unas ganas extrañas de contactarme con los(as) creadores(as) de los blogs que se han perdido el el camino; preguntarles el por qué de todo, su forma de ver la vida, y un montón de preguntas que la mayoría encontraría ridículamente exageradas, demasiado filosóficas, o simplemente no tomarían en cuanta a alguien que hace algo "tan extraño como querer hablar con un extraño" sin un motivo socialmente aceptable. Sí, lo socialmente aceptable es cada vez más frío, triste y superficial.
Nuestras ideas cambian con el tiempo, aunque es sumamente subjetivo y sólo me atrevería a decir que cambian relativamente poco y que evolucionan según la personalidad (en su definición formal) de cada quien. Es al menos para mí, algo maravilloso de la tecnología, poder escribir cómodamente desde nuestro ordenador, escribir segmentos, líneas, ideas, pensamientos y demás productos de la sinapsis que son únicos y exclusivos de cada quien. Entre más de seis mil millones de homo sapiens plagando este mundo, la diversidad permite que tú y yo, quien seas, tengamos ideas diferentes y jamás iguales. Nadie es igual a otro.
Ahora, volviendo al motivo de esta entrada, que apareció en mi blog después de más de un año, es que mis ideas, sin ser invasivas ni dictatoriales, pueden conservarse aquí, en este humilde blog, que probablemente no reciba más de una visita al año, además de la propia. Pero quizás en algún momento alguien lea esto, y sienta que nuestros pensamientos son similares, y sienta también esa nostalgia de los recuerdos, del pasado, de aquellas ideas que nacieron y nunca llegaron a morir como se espera.
A veces los detalles son más hermosos que la imagen general. Aunque ningún componente es mejor que otro, todo en este mundo me parece complementario.
Sólo el tiempo dirá lo que pasará, cuando todas mis ideas de hoy sean de un pasado remoto.


"Ni el pasado ha muerto, ni el mañana, ni el ayer escrito."
- Antonio Machado




domingo, 30 de septiembre de 2012

Pensamientos de un día domingo


Los días domingo son tan aburridos. Me hace pensar en lo lento que pasa el tiempo cuando quiero que pase rápido, y lo rápido que pasa cuando necesito tiempo. 
Ciertamente necesitamos más o menos tiempo, pero el tiempo es constante. Estúpida y sensual física.
A veces pienso en hacer cosas diferentes los días domingo, y aunque probablemente es sólo un factor psicológico, siempre siento que el domingo es un día aburrido, triste y muerto.
Es difícil llegar a una convergencia entre el existencialismo que tengo en mi mente con el carretero de mi adolescencia tardía y llegar a un procedimiento anti aburrimiento efectivo para recomendar un día domingo, pero supongo que las perspectivas son diferentes en diferentes sujetos y hay millones de personas que consideran el domingo como un día igual o mejor que cualquier otro día de la semana.
La psicología humana es increíble, aunque no explica con precisión, me hace (nos hace) metaconscientes de que podemos hacer juicio de la realidad, una realidad independiente de nosotros, que no es consciente de sí misma ni de nosotros, pero nosotros podemos hacer juicios de la realidad. Estamos inmersos en ella, pero podemos ser independientes de ella al enjuiciarla.
Creo que después de tanto pensamiento necesito un carrete para sentirme menos nerd.

Frase para hoy: "Aprovecha la juventud, los recuerdos no desaparecen".




lunes, 9 de julio de 2012

Una crítica filosófica

Una crítica filosófica a la religión

Desde mis primeros días conscientes que aún conserva mi memoria, siempre me martiricé cuestionando todo, realmente todo. Nunca fue con un propósito de rebeldía o inmadurez, sino una extraña y hasta ahora inexplicable necesidad de comprender las cosas desde mi propio punto de vista, y no dejar que impongan nada que yo no comparta libremente sobre mi cognición ni mi forma de ver el mundo. Quizás fue una pequeña pieza de lo que más adelante sería un profundo sentido de respeto e idolatría hacia la libertad, tanto humana como de cualquier otro ser vivo capaz de aprovechar y ser feliz siendo libre.
El concepto de "martirizarme" a través del cuestionamiento es un sacrificio bastante válido y fructífero, que me ha permitido asumir un papel activo en la construcción de la vida en sí misma y la realidad a la cual hemos sido aleatoriamente asignados. Por el contrario, asumir de forma sumisa y débil todo aquello que es asignado axiomática y sistemáticamente sin su absolutamente necesaria argumentación y explicación, es en sí mismo un acto irracional pero socialmente validado, de lo cual se desprende un aparente plan organizado para limitar el pensamiento abstracto, crítico y progresista. Existe un estancamiento enorme, quizás involuntario pero con consecuencias muy notorias: muchas personas no son capaces de pensar por si mismas, prefieren la comodidad de la ignorancia antes que el esfuerzo del trabajo cognitivo. 
Sin embargo, al conocer personas con una calidez y empatía que me impresionan, aún siendo creyentes, me ha hecho reformular mi actitud hacia las personas religiosas. Muchas de ellas no saben bien en qué creen, o bien lo saben a la perfección, pero han sido socioconstruidos para auto argumentarse y autosugestionarse. Sin embargo, el punto de énfasis es que independiente de su creencia, hay personas que merecen absoluto respeto independiente de lo que crean, y de mi parte, la tienen en su totalidad.
La crítica, desde mi punto de análisis, debe ir hacia las instituciones, las masas plurales que funcionan como medio masificador y proliferador de injurias. Y no sólo las religiones, sino también muchas organizaciones.
Creo que una gran lección de vida es aprender a identificar cuando nos quieren usar como medio para un fin que no tiene buen propósito, o que no se nos ha explicitado. Que todos tenemos derecho a libertad, a ser respetados y a que se nos contesten las dudas. No somos ovejas, ni números, ni esclavos ni siervos, somos seres potencialmente libres, plenos y con deseos de felicidad.

Frase de hoy: "Que la oscuridad de tu camino no te quite la esperanza de llegar  tu destino".




miércoles, 14 de diciembre de 2011

La fuente de los deseos

¿Es posible que un deseo se haga realidad sólo con desearlo profundamente?
La pregunta en si es estúpida, aunque en el fondo de mi emotividad, provoca un sentimiento de utopía mágica y esperanza, pero la verdad relativa es que para lograr que los deseos se hagan reales hay que establecer metas válidas y esforzarse mucho... mucho por obtenerlas.
La vida, independiente de su extraña y casi imposible definición objetiva, lleva inherentemente la competitividad. Si queremos que nuestros deseos se cumplan, debemos luchar por ello ante todo, y que nuestros deseos se validen y valoren por nuestra ética y la convicción de llevarlos por sobre los demás.
Pero si realmente queremos que todos los deseos sean cumplidos, la martirización o el sacrificio de nuestros deseos por otros deseos ajenos son acciones generalmente inútiles.
No podemos abandonar nuestros deseos, sueños y convicciones, porque aún siendo en muchos casos utopías, funcionan como mecanismo psicológico de impulso a llegar a nuestras metas. Una dosis de realismo siempre es bueno para definir los límites de nuestros sueños y diferenciarlos de la realidad, pero el pesimismo en ningun caso funcionará ni objetiva ni subjetivamente bajo nuestro juicio. El pesimismo limita el análisis a una mitad de la realidad, una desesperanzadora visión de un mundo irrealmente inicuo.
Somos seres psicológicos y físicos, aquí la espiritualidad es un aspecto cuestionable y agregado a los que creen en ello, pero no afecta nuestros deseos. Si tenemos la fortaleza de no perder nuestros deseos frente a la sociedad, las personas, el desaprendizaje, el cambio, o cualquier adversidad, seremos plenos, y podremos dar ejemplo a aquellos que cayeron en la debilidad o quedaron bajo el yugo de la presión de las mentes menos ejemplares, que se puede, casi todo se puede, y gracias a eso somos potencialmente capaces de ser tan repugnantes como maravillosos.
Somos todos una fuente de los deseos. Si quieres que se cumplan, no tires monedas a una fuente y ponlas en tu bolsillo para comprar un helado o ahorrarla, porque ninguna fuente cumplirá tus deseos más que tu mismo.

Frase de hoy: "El pensamiento es el arma más fuerte del ser más inteligente."